Te quiero, pero lejos.

Joya elaborada en vidrio de borosilicato, trabajado en sólido y soplado, con cadenas de plata de ley bañadas en oro de 14k, imantación estructural, agua encapsulada y oro esmaltado.

Una joya basada en el desapego social, a la pérdida de costumbre en cercanía, afecto y familiaridad. Una joya que sugiere la distancia, el abrazo imposible y el encarcelamiento emocional. Sugiere rechazo y aislamiento. Un grito de angustia que frente a tanta fragilidad e inestabilidad anímica, pretende descomponer todo límite que la compone. Un grito de ayuda, de valentía y fortaleza.

"Te quiero, pero lejos. Este mensaje quedó muy marcado en mi experiencia pandémica. Era muy consciente de la responsabilidad social, pero se convirtió en una presión muy difícil de gestionar. Sentía que la salud de los demás podía depender de mí, que si erraba, erraba mucho. Encarcelada en una prisión, donde el afecto y el contacto humano carecían por completo. Una prisión que se hizo llamar núcleo familiar, un núcleo que de límite en límite, y de presión en presión, paso a convertirse en una especie de presidio. No obstante, la responsabilidad social y consciencia pandémica se convirtió en toda una enseñanza de respeto, consideración y sensibilidad. Tras el peso social que ello supuso, decidí transformarlo en algo mucho más ligero y llevadero. Como esa presión de algún modo, generó unión más adelante. Añoranza que se transformaría finalmente en entusiasmo y mucha ilusión. Erré, pero me perdoné y por ello, pude permitirme vivir y disfrutar de la vida. Entender que esto fue un obstáculo más en mi camino personal y que saldría de él mucho más fuerte."